martes, 31 de octubre de 2017

COMO CONQUISTAR LAS PROMESAS



2 de Corintios 1:20 dice: “…porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios…”.-
         En nosotros está el hecho, el deseo de conquistar, eso está en nosotros. Josué era un General.-
         Según Números 23:19 que dice de Dios: “…Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?...”.   
         Asimismo Josué 1: 1-2 dice: “…Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel….”. Aquí lo primero que hace Dios, es le dice a Josué que el ciclo de Moisés terminó, pero eso quedó en el pasado.
         De balde lamentarnos por lo que pasó atrás, ahora hacia adelante.-
         Según Filipenses 3:13 que dice: “…Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,…”. Aquí el apóstol Pablo nos dice que olvidemos lo que quedó atrás, porque muchas veces nos anclamos con lo que pasó en el pasado, derrota o victoria pasada, ya quedó allá, la Biblia dice que nos vamos de gloria en gloria.-
         En Josué 1: 3-5 nos dice la Biblia: “…Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé….”. Aquí vemos que Josué creyó la Palabra de Dios. Hay que ser audaz, atrevido.-
         En Mateo 11:12 el Señor Jesucristo nos dice: “…Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan….”. El reino de los cielos sufre violencia y los violentos son los que la arrebatan.-
         Nuestra fe va a ser probada, tarde o temprano. Es muy importante aquí el principio de enfocarse en la Palabra de Dios, en la promesa de Dios.-
         En Mateo 14: 23-33 la Biblia nos dice: “…Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. …”.-
         El principio de enfocarse en la palabra específica para una circunstancia, aquí vemos que Pedro se desenfocó. Seguí enfocándote en las promesas del Señor, que nada ni nadie nos robe las promesas.-
En Josué 1:9 nos dice la palabra de Dios: “…Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.…”.- Aquí el Señor le dice a Josué y a nosotros: mira que te mando que te esfuerces, si no nos esforzamos no se realizarán las promesas.-
A pesar de todo sigamos creyendo. Dios va a cumplir su promesa, pero tenemos que conquistar esas promesas, no tires la toalla.-
A Jesús no le fue fácil, pero El no desistió, el peleo tramo a tramo. Fue condenado injustamente. Pero El cumplió el sueño, pago el precio que nosotros no podíamos pagar.-

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