sábado, 9 de junio de 2018

LA RESTAURACION DE LA PRESENCIA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS


En 1 de Crónicas 13:2-3 leemos: “…Y dijo David a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos a todas partes por nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y por los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos, para que se reúnan con nosotros; y traigamos el arca de nuestro Dios a nosotros, porque desde el tiempo de Saúl no hemos hecho caso de ella…”.-
Hay una necesidad de restaurar cosas. Hay cosas que podemos perder, muchas veces venimos a la Iglesia para que nos recuerden lo que hemos olvidado.-
David decidió que lo más importante era restaurar la presencia de Dios.-
Muchas veces no nos aseguramos que la presencia de Dios vaya con nosotros. Nosotros necesitamos del Señor Jesucristo, sin El no podemos hacer nada.-
Muchas veces la presencia del Señor es olvidada.-
David se preocupó de restaurar esa presencia, no olvidemos que todo lo que hacemos, lo hacemos para el Señor Jesús, alabanzas, adoración, cursos, congresos y nos olvidamos de la presencia de Dios.-
El siempre está ahí, viéndonos en nuestra casa, aunque nosotros no le demos su lugar, El está allí.-
Restaurar la presencia de Dios, no cuesta tanto, ¿Por qué? Porque el Señor anhela tener comunión con nosotros.-
Hay que saber restaurar el Arca: Es muy complicado andar en la presencia de Dios, no olvides El es el Señor. Tenemos que andar con respeto delante de su presencia, no podemos hacerlo a la manera nuestra, tiene que serlo a la manera de Dios.-
El Arca lo llevaban los sacerdotes. Quienes llevan y traen la presencia de Dios somos nosotros. La presencia de Dios va donde nosotros vamos. La verdad para David se convirtió en un problema.-
Luego David escudriño bien las Escrituras, así también nosotros debemos hacer. No se trata de hacer las cosas como a mí me parece.-
Señor renuncio a mi manera de pensar. Dios establece las pautas, tengo que abrir la palabra de Dios, a la mayoría no nos gusta escudriñar, preferimos que el pastor nos de un buen sermón.-
Para encontrar el llamado tenemos que buscar la presencia de Dios, decirle tengo hambre de ti, tengo sed de ti.-
Nosotros somos reyes y sacerdotes delante de Dios. Yo tengo que llevar la presencia de Dios, en la familia, en el trabajo.-
Restaurar el lugar de los sacerdotes, restaurar la alabanza.-
¿A quién le cantamos?
A veces queremos competir con otros sobre la cantidad de personas, pero lo que tenemos que asegurarnos es de la presencia de Dios.-
         A veces nos preocupamos más de agradar a los hombres que agradar al Señor, hazle caso a lo que te diga el Señor.-
El punto es que le agrademos a El, que El se va a encargar de los hombres.-
El Señor honra a los que lo honran, si tienes una célula que sea para honrar al Señor, que sea para la gloria de su nombre.-  

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