viernes, 12 de enero de 2018

CUALIDADES PARA HACER LA MISION POSIBLE



        En 2 de Corintios 1-1-12 la Biblia nos dice: “…Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya:  Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. Pero si somos atribulados, es para vuestra consolación y salvación; o si somos consolados, es para vuestra consolación y salvación, la cual se opera en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también padecemos. Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación. Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida. Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte; cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos. Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros…”.-
         1.- Tenemos que tener una misión. Hebreos 10:5 nos dice: “…Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo….”.  Jesús vino con una misión: El dijo yo vengo a hacer una misión: la voluntad de Dios.-
         La clave está que no me separe de la voluntad de Dios. Jesús tenía una misión clara. No vivas sin un propósito.-
         La voluntad de Dios va a revelar cuál es tu propósito. Por eso busca la voluntad de Dios. Entendemos que también nosotros tenemos una misión.-  
         2.- Debo entender mi misión, yo me caso con un propósito. Debemos entender el propósito en lo que hacemos. Finalmente entiendo un paso a la vez mi propósito.-
         Nuestra plataforma es donde estoy parado.-
         3.- Tener fe, en Hebreos 11:1 la Biblia nos dice: “…Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve…”. Las cosas no ocurren por casualidad. Por ejemplo la gente te dice feliz año nuevo, pero la gente no es intencional. Tenes que pensar en grande y creer en Dios. Primero tengo que saber la voluntad de Dios.-
         Debo pedir a Dios, hágase tu voluntad como en el Cielo, así también en la tierra. Busquemos su voluntad.-
         4.- Debo saber que no es con mi fuerza. Zacarías 4:6 -7 nos dice: “…Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella….”. 
Jesús tumbo una estructura. En Colosenses 2:15 Biblia nos dice: “…y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz…”.-
Debemos reconocer al Espíritu Santo todo el tiempo. Le hablamos al Espíritu Santo, tenes que practicar. Preguntarle todo.-
El que pregunta es una persona que se hace ignorante y es para hacerte inteligente, 1 de Corintios 3:18 nos dice: “…Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio….”. Cada día debemos hacernos ignorantes para ser sabio, preguntarle todo a Dios.-
         Dios te hace competente para esta misión, 2 de Corintios 3:5-6 nos dice: “…no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica…”.  Mientras yo estoy anclado a la palabra de Dios, yo voy a permanecer. Cielo y tierra van a pasar, pero la palabra de Dios no va a pasar. Juan 5:14-30 nos dice: “…Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre…”.-
         Debemos reconocer que no podemos hacer nada por nosotros mismos. ¿Cómo debo hacer esto Señor para esta misión?. Para hacer esta misión tengo que ser enviado. Dios te envió. La misión es transformar el país, compartir a Cristo, compartir lo que Dios te dio.-
         En Juan 14:12 la Biblia nos dice: “…De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre….”. No debo desenfocarme de mi objetivo.-
         En Habacuc 2:2-3 la Biblia nos dice: “…Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará….”.-
         Y en Daniel 10:13 nos dice: “…Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia….”.- Así también en el Salmo 132:18 la palabra de Dios nos dice: “…A sus enemigos vestiré de confusión, Mas sobre él florecerá su corona….”.-

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