sábado, 4 de noviembre de 2017

COMO PODEMOS AVIVARNOS



En el Salmo 85 la Biblia nos dice: “…[Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré.] Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová; Volviste la cautividad de Jacob.  Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; Todos los pecados de ellos cubriste. Selah.  Reprimiste todo tu enojo; Te apartaste del ardor de tu ira. Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, Y haz cesar tu ira de sobre nosotros. ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?. ¿No volverás a darnos vida, Para que tu pueblo se regocije en ti?. Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia, Y danos tu salvación. Escucharé lo que hablará Jehová Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, Para que no se vuelvan a la locura.  Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la gloria en nuestra tierra. La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron. La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos. Jehová dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto. La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrá por camino….”.-
         ¿Cómo podemos avivarnos?. Yo soy el primero que tiene que cambiar.-
         Yo no puedo decirle a la gente que cambie si no cambio primero.-
         Porque tenemos que esperar que Dios nos haga pasar por situaciones difíciles. La disciplina que viene de Dios edifica. El dolor que viene del pecado, duele.-
         En Isaías 55:9 la Biblia nos dice: “…Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos…”. Nos estamos jugando por nuestras familias. ¿Le preguntaste al Señor que quiere para tu familia?. O entraste con tu lista directamente.-
         Los sentimientos son un problema, egoísmo, maldad, todo se hace como yo quiero.-
         Demos permitir que los pensamientos de Dios llenen nuestra mente.-
         Dios no responde a nuestras palabras, sino a sus palabras, que El escribió. Dios llama y Él te da la voluntad para poder obedecer, por eso está el Espíritu Santo. Donde está el Espíritu Santo, allí hay cambio y transformación constante.-
         En Romanos 8: 27-28 la Biblia nos dice: “…Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.  Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados…”. No sabemos que pedir pero es el Espíritu Santo el que nos ayuda, sincérese con el Espíritu Santo. Por ejemplo decirle: No puedo hacer mi ayuno porque con este frío tengo más hambre.-
         El Espíritu de Dios, quiere que te consagres, la prioridad de Dios tiene que ser tu prioridad ¿Cómo yo  hago?: Me voy a la Palabra de Dios, me callo y le escucho, oro con la Palabra de Dios.-
          Debemos sentarnos con Dios y calibrarnos con la Palabra de Dios.-
         En Mateo 21:12-13 la Biblia nos dice: “…Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones…”. Aquí vemos que Jesús estaba decidido a hacer. Donde hay desorden no está Dios. Donde hay orden está Dios. Nosotros tenemos la oportunidad de tomar la ola para ayunar. No es la voluntad de Dios que estemos así. Tenemos que pedirle a Dios, entender la Palabra de Dios.-
         En 1 de Tesalonicenses 5:23 la Biblia nos dice: “…Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo…”.- Dios quiere santificar todo nuestro ser espíritu, alma y cuerpo.-
         Lo último que debemos mirar es nuestro cuerpo, la prioridad es Dios, que el Espíritu Santo de Dios tome el primer lugar, primero Dios, después la familia. Orden.-
         En Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.-
         En Mateo 6:25 la Biblia nos dice: “…Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?...”. No os afaneis por vuestra vida.-
         En Mateo 5:23-24  la Biblia nos dice: “…Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda…”. En el tiempo de ayuno tenemos que arreglar esto.-
         En el Salmo 32 la Biblia nos dice: “…[Salmo de David. Masquil.] Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah  Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos. No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti. Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.  Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón…”. Pregúntale a Dios  que quiere decir iniquidad. No perdonar es cíclico.- 

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