En el Salmo 32:1-2 la palabra de Dios dice: “…Bienaventurado
aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado
el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay
engaño…”. Feliz el hombre a quien sus culpas y pecados le han sido
perdonados.-
El que llega a conocer el perdón de Dios, llega a conocer
una bienaventuranza, una paz.-
El perdón no es gratis, Jesús murió para que yo tenga
perdón.-
¿Porque hay la falta de perdón?:
1° El verdadero perdón de Dios requiere un verdadero
arrepentimiento.-
En Marcos 1:14-15 la Biblia nos dice: “…Después que Juan fue
encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio….”. Uno puede reconocer la
verdadera fe en las iglesias, por la forma en que solucionan el problema del
perdón.-
El verdadero arrepentimiento, toca la esencia. El pecado que
viene de Adán, es tan sutil, tiene que ver con autonomía.-
Dios quería vivir en nosotros, hablar por nosotros, usar
nuestro bolsillo.-
¿Cómo cayo el diablo de su elevada posición?. Dejó de decir
Dios, para decir yo.-
El reino de los Cielos no funciona con una autonomía de uno.
Debemos ser dependientes de Dios.-
Cuesta bajarse del trono de nuestro corazón y dejarse
abdicar y entregarle a Dios el gobierno de todas las cosas.-
Uno tiene que confesarle a Dios, honestamente, no ha habido
verdadero arrepentimiento, yo usurpe mi vida, le quité a Dios, que es el dueño
de todo, y tengo que volver a ofrecerle a Dios el trono de mi vida.-
Es una cuestión de comprensión y actitud.-
2° No se experimenta el verdadero perdón, porque no
entendemos que eso costó su precio, a Dios le costó mucho.-
Dios no dijo, bueno, les perdono, Dios no está jugando a
Dios, su ley tiene que cumplirse, ni un solo pecado puede ser perdonado si no
hay remisión.-
En Efesios 1:7 la Biblia nos dice: “…en quien tenemos redención por
su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,…”. En
Cristo tenemos la redención por su sangre.-
Si la persona viene pidiendo el perdón pero no reconoce el
valor de lo que hizo Jesús, no se aplica.-
El creyente tiene que confesar sus pecados, pero el que todavía
no es creyente tiene que entregar a Dios el gobierno de su vida, y reconocer el
valor del sacrificio de Jesús.-
El perdón no viene por llorar, viene porque Jesús pagó, por
el precio de la Sangre de Jesús.-
Si queres experimentar el verdadero perdón, hay que
arrepentirse, entregarle a Dios el gobierno de tu vida.-
Debemos reconocerle a Jesús como dueño, ya no estés
regateando. Por ejemplo cuando le decimos a Jesús: Te entrego mi corazón pero
mi futuro no lo toques.-
Buenisimo!
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