Jesús vino para
proveer salvación, lo que la ley no pudo proveer, para remisión de los
pecados.-
En el capítulo 12 del Génesis, vemos
que Abraham obedeció a Dios e hizo lo que Dios le dijo.-
Así también en Hebreos 11 vemos a los héroes
de la fe y que su fe les fue contado por justicia. La obediencia y la fe hacen
que Dios te cuente como su hijo y te de su gracia y te cuenta por justo.-
Debemos siempre buscar la voluntad de Dios. En Hebreos 9:
23-28 leemos: “…Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas
así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque
no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el
cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse
muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con
sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces
desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se
presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en
medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido
una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez,
sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan….”.-
Dios nos llevará a vivir de gloria en gloria y de victoria
en victoria, nosotros debemos ejercer la autoridad, el poder que Dios nos dio.-
Dios le dijo a Abraham: Al que te bendijere, yo también bendeciré
y al que te maldijere yo también maldeciré.-
Debemos aceptar la obra de Jesús. Debemos creer que somos
libres. En Lucas 3:21 – 22 dice la palabra de Dios: “…Aconteció que cuando todo el
pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y
descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una
voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia….”.
Una vez que fuiste probado en la fe, viene el diablo y sí vences, el Espíritu
Santo viene a darte poder.-
Debemos pedir a Dios, serenidad, poder y sabiduría para
cambiar.-
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