Estamos acostumbrados a
buscar la mano de Dios, su favor, pero tenemos que buscar su rostro.-
La Palabra de Dios en nos dice en Marcos 11:20-26 “…Y
pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. Entonces
Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha
secado. Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os
digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no
dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le
será hecho. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo
recibiréis, y os vendrá. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo
contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone
a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro
Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas…”.-
Debemos tener fe en Dios, tener la certeza y seguridad que
el nos respalda. Dice en Efesios que nosotros ya fuimos bendecidos. Dios proveyó
todo lo necesario para vivir la vida espiritual.-
Cuando venimos a Dios tenemos que creer que hay salida,
nuestra fe tiene que ser constante y perseverante, antes, después, mañana. Y ¿Qué
tiene que producir esa fe en nosotros?: Un descanso en sus promesas.-
No es necesario decir ¿Quién va a cruzar el mar por mí para
obtener esa bendición?: Porque cerca de ti esta la palabra en tu boca y en tu
corazón, esa es la palabra de fe que predicamos.-
¿Por qué estamos muchas veces vacíos de fe?: Por el vacío de
la palabra, por falta de intimidad con Dios, por esa falta de acercamiento
hacía El, a Dios Todopoderoso que es nuestro Padre Eterno.-
La meditación es la imaginación en la palabra de Dios,
diseñar en el corazón las promesas de Dios. No importan las adversidades, tengo
que hablar y declarar.-
¿Cuál es nuestra tendencia?: Hablar negativo, levantamos
dudas y la duda no va con la fe. Tenemos que ser como niños. Yo hablo y declaro
lo que ore y si tengo la convicción eso va a ocurrir. Debo informar en la
atmosfera lo que va a ocurrir con nuestra vida.-
Las promesas de Dios, dicen que por sus llagas ya hemos sido
sanados. Cuando Jesús dijo y enseño que tenemos que decir: quítate de en medio
y échate en el mar. Es echar para afuera opresiones, enfermedades, etc., lo que
no viene de Dios. Jesús nos dio un ejemplo práctico con la higuera, aprovecho
para predicarles a los discípulos.-
Necesitamos hablar bendición, si esperas cosas negativas,
eso te va a venir.-
Pero si estamos en el camino del Señor, nos va a ir bien,
pensando correctamente, díganle al justo que le va a ir bien. En tu casa empieza
a hablar bendición.-
Así también en el matrimonio el esposo debe hablar bien sobre
la esposa. Debemos creer en el corazón, declarar con la boca y si no dudas eso
va a ser hecho.-
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