En
Romanos 10:17 la palabra de Dios nos dice:
“…Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios…”. Podemos tener fe, pero tenemos que
sustentarla con la palabra del Señor.-
En
Hebreos 11:1 leemos: “…Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve…”. Si yo tengo algo por lo
cual espero, tengo que tener en claro que es lo que espero.-
La
palabra viva de Dios es la que declaramos, lo que Dios viene a sembrar en
nuestro corazón es la palabra viva.-
Lo
que Dios quiere hacer es para adelante.-
En
Marcos 4: 1-9 la Biblia dice: “…Otra vez comenzó Jesús a enseñar junto al
mar, y se reunió alrededor de él mucha gente, tanto que entrando en una barca,
se sentó en ella en el mar; y toda la gente estaba en tierra junto al mar. Y
les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: Oíd: He
aquí, el sembrador salió a sembrar; y al sembrar, aconteció que una parte cayó
junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. Otra parte cayó
en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía
profundidad de tierra. Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se
secó. Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y
no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y
creció, y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno. Entonces les dijo:
El que tiene oídos para oír, oiga…”. El terreno lo pongo yo, la gente
se preocupa por la palabra, nosotros tenemos que preocuparnos por el terreno.-
A
veces nos acostumbramos, creemos que la bendición de Dios vendrá cada semana,
la palabra va a ser probada.-
Nosotros somos bendecidos para ser
prosperados, pero no para vivir de la prosperidad.-
Decile al Señor yo quiero ser buena
tierra.-
Cuando
uno siembra dejemos que el Señor le dé el crecimiento.-
Los
logros alcanzados ya no son un desafío.-
En
Marcos 4:30-32 dice: “…Decía también: ¿A qué haremos semejante el
reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?. Es como el grano de mostaza,
que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que
hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas
las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo
pueden morar bajo su sombra…”.-
Dios
te llama para cosas grandes, siempre Dios te da una cosa pequeña primero, para
después convertirlo en cosas grandes.-
Lo
que Dios está buscando es una fe persistente.-
Amén
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