En Romanos
8:28 la Palabra de Dios nos dice: “…Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados…”. Amar a Dios es obedecer a Dios y sus mandamientos no son
gravosos.-
Propósito,
llamado. Todos son llamados. El que responde a su llamado activa dicho llamado.
El ticket ya fue pagado.-
En 2 de
Tesalonicenses 2:14 leemos: “…a lo cual os llamó mediante nuestro
evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo…”. Llamó
para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.-
¿Cómo yo
entiendo cuál es mi propósito?: Está en Romanos 8:29 que dice: “…Porque
a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos
conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos
hermanos…”. Nuestro propósito no es para que nosotros seamos simplemente
felices y estemos tranquilos. Es para que fuésemos hechos a la imagen del hijo
de Dios.-
¿Cómo voy
tomando esa forma?: En la conversión ya tengo el gen de Dios. Ahora yo tengo
que hacer el proceso. El Espíritu Santo de Dios tiene que leudar en nosotros.
Jesús quiere que seas su hermano.-
¿Cómo alcanzo
la gloria de Jesús?: Está en Romanos 12:1 que dice: “…Así que, hermanos, os ruego por
las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional…”. Tengo que
presentar mi cuerpo en sacrificio vivo.-
La
concupiscencia y pasiones desordenadas están en mi cuerpo, y eso llevo al altar
y lo clavo en la cruz.-
En Romanos
12:2 leemos: “…No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad
de Dios, agradable y perfecta…”. No te conformes a este siglo, toma la
forma de Jesús.-
Para alcanzar
esa gloria tenemos que dejar la gloria de los hombres.-
La renovación
de la mente hasta revelar la imagen del hijo.-
En Hebreos 1:2
dice: “…en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo;…”. Jesús
es el resplandor de la gloria de Dios.-
En Romanos
8:30 la Biblia dice: “…Y a los que predestinó, a éstos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a
éstos también glorificó….”. ¿Cómo Dios hizo el propósito?: Dios llamó y
a los que llamó, a estos también glorificó.-
3 COSAS: 1.-
Llamó 2.- Justificó 3.- Glorificó.-
Somos
herederos de Dios. El propósito es revelar la imagen de Jesucristo en nuestras
vidas.-
Nuestra mente
se tiene que transformar a la mente de Jesucristo. Te adoptó el Rey del
Universo.-
En Romanos
8:31 leemos: “…¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros?...”. Y en Romanos 8:32 dice: “…El que no escatimó ni a su
propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también
con él todas las cosas?...”. No escatimó, un hijo de Dios no escatima,
Dios no escatimó ni a su propio hijo.-
¿Cómo fue el
proceso para transferirnos?: Romanos 8:33 dice: “…¿Quién acusará a los escogidos
de Dios? Dios es el que justifica…”. ¿Quién acusará a los hijos de
Dios. En el Nuevo Testamento la gracia de Dios es la que te levanta. ¿Quién condenará?:
Vos sos el que podes condenar si reincidís y te gusta tu pecado. Tú mismo te
condenas. Por eso no te condenes. El ministerio de Jesús es interceder por mí,
¿Para qué?: para que nosotros seamos glorificados.-
En Romanos
8:36 dice: “…Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero…”. Somos muertos todo el tiempo,
cuando viene la oportunidad de pecar vos te morís y no pecas. Los muertos no
pecan.-
¿Quién nos
separará del amor de Cristo?: Nada me separará del amor de Cristo.-
Decile: Jesús, aunque no me
des nada por el resto de mi vida yo te voy a seguir igual.-
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