sábado, 30 de marzo de 2019

¿CUANDO LLEGA LA HORA DE LAS OBRAS MAYORES?

Ahora es el tiempo. La revelación no es a nuestro intelecto, es a nuestro espíritu. Cuando recibimos a Cristo en nuestros corazones, nos convertimos en bidimensionales.-
         En 1 de Corintios 6:17 leemos: “…Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él…”. Así también en 1 de Corintios 3:17 dice: “…Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es….”.-
         El Apóstol Juan recién al final de su vida pudo ver en el mundo espiritual, y si Juan pudo ver, nosotros también podemos.-
         En Hechos 9: 1-6 la Biblia dice: “…Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,  y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?. Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer…”. Aquí vemos que Saulo, por primera vez experimenta la dimensión espiritual. Cuando te convertís en ciego vas a poder ver, nuestro hombre natural no nos lleva hacia el nivel espiritual, por eso tenemos que hacer lo que dice en Hebreos 12, tengo que practicar la conciencia espiritual.-
         Usted no tiene que esperar graduarse en la universidad para echar fuera demonios.-
         En Hebreos 12:26 leemos: “…La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo….”. Lo que interfiere en tu vida tenes que remover.-
         Lo espiritual no se puede explicar con lo humano.-
         Nosotros somos los que tenemos que subir, porque Jesús ya se bajó, tengo que practicar la conciencia de Dios, pasa que muchas veces no queremos explorar el mundo espiritual, tenemos que aprender a meditar en la palabra de Dios. Tenemos que remover lo movible de nosotros, para que quede el reino inconmovible.-
         Cuando empezamos a vivir entendiendo que no tenemos nada que ver con este mundo, entonces podremos ver el mundo espiritual.-
         ¿Cómo le sirvo a Dios?: Con temor y reverencia en el cumplimiento de su palabra.-
         Nosotros estamos bajo una nueva tecnología, no hay microscopio que pueda ver en el mundo espiritual. Dios quiere que rompamos los paradigmas y los techos. Nosotros tenemos que activarlas. Romper con el esquema de la soberbia humana. Tenemos que aprender a activar todas las cosas.-
         En 2 de Reyes 6: 8-17 la Palabra de Dios nos dice: “…Tenía el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal y tal lugar estará mi campamento. Y el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí. Entonces el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios había dicho; y así lo hizo una y otra vez con el fin de cuidarse. Y el corazón del rey de Siria se turbó por esto; y llamando a sus siervos, les dijo: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?. Entonces uno de los siervos dijo: No, rey señor mío, sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu cámara más secreta. Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí que él está en Dotán. Entonces envió el rey allá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos? Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo…”.-
         Lo que ves siempre te va a llevar a vivir carnalmente el mundo espiritual.-
         ¿Qué hay que hacer con los dones?: Buscarlos, no tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.-
         Y oró Eliseo: Te ruego oh Jehová, que abras sus ojos para que pueda ver.-
         La tercera parte de los ángeles es la que se reveló contra Dios, son más los que están con nosotros.-
         ¿Cómo puedo ver en el mundo espiritual?: Empezando a cerrar mis ojos, olfato, oídos, gusto. Dios tiene que cumplir su palabra, empezar a ver como Dios ve. Esa mala noticia, no tiene que llevar a que decaiga tu fe. Decide creer, Dios tiene que cumplir su palabra.-
         En la Biblia vemos el caso de Jairo: Debemos hacer como el, no escuchar las malas noticias, Jesús le dijo: No temas, solamente cree. Y Jairo le creyó y vio el milagro.-
         Con el Espíritu Santo, hay presente todo el tiempo, Dios no está apurado. Vivimos en el plano natural nuestra vida espiritual.-
         ¿Por qué no podemos activarla?. Según Colosenses 3:1-2 dice: “…Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra….”. Dios no le va a dar a los que no buscan. Buscar las cosas de arriba, en las promesas de Dios, esa es la verdad, el resto es la mentira, si yo creo en la mentira me voy a enfermar. Tenemos que empujar los sentidos hacia afuera.-
         Nosotros tenemos que creer primero para que Dios nos explique.-
         En 2 de Corintios 5:14-15 leemos: “…Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos…”. Cuando El pagó, pagó por todos. Cuando El se manifieste, entonces también seremos manifestados en gloria.-
         En Juan 5:19-30 la Biblia dice: “…Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre…”.-
         No puede hacer el Hijo nada por sí mismo. Declaró su inutilidad humana. Jesús practicaba la conciencia de Dios. Nosotros debemos afinar nuestros oídos a la voz de Dios.-

TENEMOS QUE PRACTICAR QUE SOMOS AMADOS POR DIOS

        Debemos leer Hebreos capítulo 3: “ Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo...