Hebreos
1: 2-14 nos dice: “…en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual,
siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra
de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó
más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él
me será a mí hijo? Y otra vez, cuando
introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de
Dios. Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego. Más del
Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el
cetro de tu reino. Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual
te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros. Y:
Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus
manos. Ellos perecerán, más tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como
una vestidura, Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres
el mismo, Y tus años no acabarán. Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los
que serán herederos de la salvación?...”.-
Cristo es la Palabra
definitiva de Dios. El Judaísmo antiguo identificaba la palabra de Dios con su
sabiduría, por medio de la cual Él ha creado todas las cosas.-
Aquí se afirma la superioridad de su
revelación por medio del Hijo, demostrada por siete descripciones de su
persona.-
1.- Dios lo nombro heredero de todo.
Una vez realizada la obra de redención, fue exaltado gloriosamente a la
posición de heredero primogénito de Dios y recibió como herencia los bienes del
Padre (todo).-
2.- Por quien hizo asimismo hizo el
universo.-
3.-
Siendo el resplandor de su gloria. Así como el resplandor del sol es
inseparable del propio sol, el resplandor del Hijo es inseparable del ser
divino, porque El es Dios; la segunda Persona de la Trinidad.-
4.-
La imagen misma de su sustancia: Jesús no es una simple imagen o reflejo del Padre.
Puesto que El mismo es Dios, es la representación absoluta y autentica de su esencia.-
5.-
Quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Cristo no es como
Atlas, el dios mitológico griego que sostenía el mundo sobre sus hombros. Es el
Hijo, que mantiene unido en un todo lo que El mismo creo.-
6.-
Llevó a cabo la purificación de nuestros pecados. Gracias a su muerte redentora
en la Cruz.-
7.-
Se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Su posición, sentado a la
derecha de Dios, indica que la obra de redención que realizó es completa y que
gobierna activamente con el Padre todas las cosas, como Señor de todo.-
Celebramos porque nosotros resucitamos
con Cristo.-
Falta de conocimiento es igual a no
entender que somos hijos de Dios.-
Hebreos 12:23 nos dice: “…a
la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios
el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,…”.-
A la congregación de
los primogénitos: Los creyentes que formar la iglesia. No se puede tratar de
los ángeles, que ya fueron mencionados en el versículo 22; tampoco se puede referir
a Cristo, a pesar de que El es el primogénito, porque aquí la palabra está en
plural. El hecho de que sus nombres están registrados en el cielo nos recuerda
a los redimidos. El título de “primogénitos” indica su posición privilegiada
como dueños junto con Cristo, el primogénito supremo y “heredero de todo”. A
Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos. En su
mayoría, los creyentes que vivieron antes de Cristo, como Abel. Son llamados “espíritus”,
porque aún esperan la resurrección y “justos” porque Dios les acredito su fe
como justicia, como lo hizo con Abaham. Sin embargo, la verdadera justificación
no se realizó sino hasta que Cristo la completó, muriendo en la Cruz.-
Tenemos que amar la justicia y aborrecer la
maldad.-
¿Qué
es el hombre?
Hebreos
2: al 2:14 “…Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas
que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio
de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa
retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue
confirmada por los que oyeron, testificando
Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y
repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad. Porque no sujetó a los
ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; pero alguien
testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de
él, O el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los
ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus
manos; Todo lo sujetaste bajo sus pies.
Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él;
pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor
que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del
padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por
todos. Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien
todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria,
perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos. Porque el que
santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
avergüenza de llamarlos hermanos, diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre,
En medio de la congregación te alabaré. Y otra vez: Yo confiaré en él. Y de
nuevo: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio. Así que, por cuanto los hijos
participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo,…”.-
Yo
confiare en él: Expresa la verdadera dependencia de Dios, de la cual fue
ejemplo Cristo. En El, la humanidad es como había sido llamada a ser. He aquí,
yo y los hijos que Dios me dio. También se ve al final con una expresión del
Hijo encarnado. El Padre le da sus hijos al Hijo para que sean sus hermanos.-
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