En
el Salmo 110:1 la Biblia dice: “…[Salmo de David.] Jehová dijo
a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado
de tus pies…”. Jehová enviará desde Sión la vara de tu
poder.-
Muchas veces no nos podemos relacionarnos bien con nuestro
Padre Celestial, por nuestra relación que tuvimos con nuestro padre terrenal.-
Debemos hacer lo que hizo Pablo: Olvidando lo que queda atrás
y extendiéndome hacia lo que está adelante.-
La última unción de David fue en Sión.-
¿Cómo llegamos a Sión?: En Hebreos 12:14 dice: “…Seguid
la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor…”.-
¿Cómo le vemos a
Dios?: Cuando aprendemos a vivir en santidad. Porque somos el producto de lo
que decidimos.-
En 1 de Corintios 6:19 la Palabra de Dios dice: “…¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?...”. Somos
templo del Espíritu Santo.-
En Hebreos 12:15 leemos: “…Mirad bien, no sea que alguno
deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os
estorbe, y por ella muchos sean contaminados;…”. Brotando una raíz de
amargura, y muchos sean contaminados.-
En Hebreos 12:16 dice: “…no sea que haya algún fornicario, o
profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura…”. Esaú,
vendió por una sola comida su primogenitura. Nosotros tenemos la bendición de
la primogenitura.-
En Hebreos 12:18 dice: “…Porque no os habéis acercado al monte que
se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la
tempestad,…”. Porque no se acercaron al monte que se podía palpar, Dios
les invitó a santificarse y ellos no quisieron dejar las cosas que trajeron,
las porquerías, su corazón estaba enganchado con Egipto, es como la persona que
no quiere escuchar la palabra de Dios, está enganchado con el mundo, con
Egipto.-
En Hebreos 12:19 dice: “…al sonido de la trompeta, y a la voz que
hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,…”.
La Palabra de Dios te confronta, a nadie le gusta ser confrontado, ahí tenes
dos caminos: 1.- Haces lo que dice la Biblia. 2.- Seguís tu camino.-
En Hebreos 12:20 leemos: “…porque no podían soportar lo
que se ordenaba: Si aún una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada
con dardo;…”. Hay gente que viene y se va enojado, porque no quieren
hacer lo que dice la Palabra de Dios. Tenemos que tener absolutamente confianza
en Dios. Confiar en Dios.-
En Hebreos 12:21 la Palabra de Dios dice: “…y
tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;…”.
Moisés estaba temblando ante la presencia de Dios.-
En Hebreos 12:22 dice: “…sino que os habéis acercado al monte de
Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de
muchos millares de ángeles,…”. Nosotros nos vamos al monte de Sión en
obediencia de la Palabra de Dios. La Palabra te va a llevar al monte Sión. Y ahí
Dios te va a dar la vara de tu poder. Y vas a dominar en medio de tus enemigos.
Cuando entendemos que no vivimos una vida religiosa sino espiritual, tenemos
que confiar en Dios.-
En Hebreos 12:23 dice: “…a la congregación de los primogénitos que
están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los
justos hechos perfectos,…”. Somos la congregación de los primogénitos,
todo lo que Dios nos da, nos va a dar el doble.-
En Hebreos 12:24 dice: “…a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a
la sangre rociada que habla mejor que la de Abel….”. La Sangre de
Jesús, habla mejor que la de Abel, no desechéis al que habla desde los cielos, la voz del cual
conmovió todo.-
En Hebreos 12:28 la Biblia dice: “…Así que, recibiendo nosotros un
reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios
agradándole con temor y reverencia;…”. Tengamos gratitud y agradándole con
temor y reverencia, porque nuestro Dios es fuego consumidor.-
En 2 de Pedro 3: 7-8 leemos: “…pero los cielos y la tierra que
existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego
en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas, oh amados,
no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día…”. Dios me tiene paciencia, no queriendo que ninguno
perezca.-
En 2 de Pedro 3: 13-14 la Biblia dice: “…Pero nosotros esperamos, según
sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por
lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia
ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz…”. Nosotros
esperamos Cielos nuevos y Tierra nueva.-
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