En Lucas 24:49 la Biblia dice: “…He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto…”. Recibiremos poder de lo alto, tenemos que reconocer al Espíritu Santo en nuestras vidas.-
En 1 de
Tesalonicenses 4: 16-17 leemos: “…Porque el Señor mismo con voz de mando,
con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los
muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor….”. Y
en 2 de Pedro 3: 8-9 también dice: “…Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para
con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no
retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento….”.-
Tenemos
que rendirnos al Espíritu Santo y ser obediente a toda la Palabra de Dios. Soy
un hijo de Dios, soy el cuerpo de Cristo.-
En 2 de
Corintios 5:17 dice: “…De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas…”.
Tenemos que aprender a activar la vida del Espíritu Santo.-
Así
también en Gálatas 2:20 también dice: “…Con Cristo estoy juntamente crucificado, y
ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo
en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí….”.
A Dios le interesa si le rendís tu voluntad. También en Romanos 8:14 leemos: “…Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios….”.
Todos los días consulta con el Espíritu Santo. Decíle ¿Espíritu Santo como debo
hacer?.-
También en
1 de Corintios 3:17 dice: “…Si alguno destruyere el templo de Dios,
Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo
es….”. Y en Mateo 10:19-20 leemos: “…Mas cuando os entreguen, no os preocupéis
por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de
hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro
Padre que habla en vosotros. …”.
El Ayuno
es para que aprendas a sujetar la carne. Así vemos en Mateo 12: 28.32 que dice:
“…Pero
si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a
vosotros el reino de Dios. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del
hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá
saquear su casa. El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no
recoge, desparrama. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a
los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A
cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será
perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni
en este siglo ni en el venidero…”.- Si los demonios están en tu casa,
vemos que Jesús hecho fuera los demonios por el Espíritu Santo. Es el Espíritu
Santo el que hace.-
En Mateo
25: 1-13 dice: “…Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que
tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran
prudentes y cinco insensatas. Las
insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; mas las prudentes
tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el
esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor:
¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! Entonces todas aquellas vírgenes se
levantaron, y arreglaron sus lámparas. Y las insensatas dijeron a las
prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las
prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras,
id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas. Pero mientras
ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con
él a las bodas; y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras
vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos! Mas él, respondiendo, dijo: De
cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la
hora en que el Hijo del Hombre ha de venir….”.- Aquí vemos que las
insensatas tomaron livianamente su comunión con el Espíritu Santo. Tenés que
tomar aceite. Ginosko: Conocer al Espíritu Santo. Tener intimidad con Dios. Como
vemos en Mateo 25:4: “…mas las prudentes tomaron aceite en sus
vasijas, juntamente con sus lámparas….”.-
Lámpara:
Lucas 11:33-34 donde dice: “…Nadie pone en oculto la luz encendida, ni
debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz. La
lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo
está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en
tinieblas….”. Tus ojos tienen que estar puestos en Jesús.-
¿Cómo me
vínculo con el Espíritu Santo?: Tengo que anhelar las promesas. Como vemos en
Juan 3: 34: “…Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da
el Espíritu por medida….”.-
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