Usa tu autoridad. Nada te puede dañar.
Soberbia es vivir fuera de la voluntad para la que fui creado. El enemigo ciega el entendimiento y en nuestras vidas con fortalezas que se levantan con altivez contra el conocimiento de Dios. Tenemos que derribar.-
En Salmos 1:2 leemos: “…Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche….” Medita en la palabra de Dios. Ser prosperado es tener paz y ausencia de necesidad. La gente muy poco medita en la palabra de Dios. El oprobio hace que nos separemos del estado de plenitud, pero Cristo llevo la vergüenza y me restableció.-
En Lucas 10:19 la Palabra de Dios nos dice: “…He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará….”. Yo les doy autoridad, es como si usted se vista de un Rey y en el nombre de Jesús fuera. Someternos a Dios. Someterte a la palabra. Yo ejerzo te vas fuera. ¿Cómo tenemos que someternos?: Cuando viene un cáncer entender que Jesús ya llevo todo. Dios te someto esta enfermedad y la echo fuera en el nombre de Jesús.-
Honra a tu padre y a tu madre. El sometimiento a la palabra de Dios debe ser el 100%, vivir por la palabra, es siempre en el presente por eso Jesús dijo Yo Soy. Yo estoy en el presente el Yo Soy esta en mí y yo estoy en el Yo Soy. Estoy escondido en Cristo. Cuando recibís la palabra tenés que obedecer. Les tenés que amar a tus enemigos. Entonces Dios corrige a sus hijos, para que no sean bastardos. La clave es recibir a Jesús.-
Tengo la potestad de ser hecho hijo de Dios. Tiene que ver con todas las promesas. Mi pasado no me importa, y si a las aves le cuida, también cuidará de mí. Creer para crear.-
En Juan 1:13 también dice: “…los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios….”. Vos no recibís lo que decretan contra vos, vos decís yo no soy ningún bobo, yo voy a prosperar en todo.-
Tenés que aprender a vivir con todos desde la Cruz. Tenemos que orar hasta encontrarnos con el Espíritu Santo. Dejá que Dios sea Dios. Como del árbol de la vida que es Cristo todos los días, y dejo que el Espíritu de Dios me guie. ¿Cómo accedo a la plenitud?. Eso está en Juan 1:14: “…Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad….”. Aquel verbo fue hecho carne, vivo la salud. La prosperidad de Dios que no añade tristeza. Jesús como hijo de hombre tenía genealogía, pero como hijo de Dios no tenía genealogía. Nosotros como hijos de Dios no tenemos genealogía.-
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